Leyendo con dos Biblias abiertas

7497746-dos-biblias-antiguas-1Estoy leyendo S. Mateo y S. Marcos con dos Biblias abiertas.  Vale la pena meditar sobre por qué esta práctica puede ayudarnos a comenzar a entender los textos sobre Jesús.

Existen diferentes formas de leer con dos Biblias abiertas.

Leyendo un mismo pasaje en dos versiones diferentes.

En años recientes han aparecido muchas traducciones de la Biblia.  Es interesante leer el mismo pasaje bíblico en dos versiones diferentes porque ayuda a entender el pasaje más a fondo.  Antes todo el mundo usaba la Reina y Valera, pero ahora la cuestión sobre cuál Biblia usar es todo un tema.  Hay confusión, especialmente en los cultos o en los estudios biblicos, porque nos perdemos cuando el pastor o un hermanos le una Biblia diferente de la nuestra.  Si es la palabra de Dios, ¿por qué no puede decir lo mismo a todos?

La traducción es importante para poder entender  el mensaje de la Biblia. Las muchas traducciones han abierto  posibilidades para comparar  diferentes formas de traducir una frase o una misma palabra para poderla comprender de forma más precisa.   Los que hablan más que un idioma saben el valor de comparar las traducciones:  así uno puede meditar en las diferentes formas en que los traductores dan expresión a lo que originalmente se escribió hace casi 2000 años en un griego popular.

Leyendo pasajes paralelos en la misma versión.

Hoy mis dos Biblias son de la misma versión, y están abiertas a diferentes libros.   De esta forma, me doy cuenta de que lo que está escrito en una parte de la Biblia puede estar relacionado con alguna expresión o evento en otra.  Presto atención a los variantes porque me ayudan a darme cuenta de  que el autor del pasaje tiene un mensaje específico para transmitir.  Esta práctica es especialmente importante cuando leo los evangelios, porque son cuatro versiones sobre la vida de Jesús.  El autor de cada uno de los evangelios me está tratando de enseñar algo especial sobre Jesús.  Más que contar la vida de Jesús, cada uno de los evangelios está comunicando algo importante sobre mensaje del evangelio.

Hoy, al leer los primeros capítulos de S. Mateo, otros variantes–no solamente entre los mismos evangelios–me han llamado la atención.  Abra tus dos Biblias y acompáñame.  Si no tiene dos Biblias de la misma versión en casa, la computadora puede ayudar.  El sitio www.biblia.com tiene varias versiones en español  y se pueden colocar lado a lado así como se puede poner el evangelio de Mateo lado a lado con el de Marcos.

Leyendo el Nuevo Testamento con el Antiguo

Comienzo con la genealogía de Jesús (Mateo 1:1-17).   Es valioso leer este pasaje junto con otros pasajes de la Biblia porque, de no hacerlo, el pasaje parece ser de poca importancia para la vida actual, o para mi propia vida. Cuando me fijo en el texto en S. Mateo, y lo comparo con listas parecidas (en el Antiguo Testamento y en S. Lucas) me doy cuenta de qué el autor me está tratando de decir algo sobre Jesús–y no es exactamente para que sepa yo quienes fueron sus abuelos. A ver.

La parte de la lista de padres y abuelos que va desde Fares, hijo de Judá, hasta David (Mateo 1:3-6) es casi textualmente idéntico a la lista que aparece al final de libro de Rut en el Antiguo Testamento (Rut 4:18-22)–pero es la pequeña diferencia, lo que agrega Mateo a la lista de los antepasados de Jesus, que nos indica lo que él quiere decir sobre Jesús.

Uno podría pensar en las continuidades.  El libro de Rut  en el Antiguo Testamento se puede reconocer un hilo con que Dios teje la historia de Israel a fin de producir bendición para toda la humanidad.  Ahora, cuando Mateo toma un texto de Rut para usarlo en evangelio, es texto tiene un efecto nuevo.  Si uno piensa en continuidades, la historia sirve para amarrar la vida de Jesus a este hilo que Dios viene tejiendo entre el pueblo de Israel desde los tiempos de Rut.

Pero lo que a mi me llama la atención es una discontinuidad.  Mateo agrega, a la lista que el había encontrado en Rut 4, tres nombres que no deben de estar allí.  Usar nombres de mujeres en una genealogía de Jesús ya sería extraño.  Probablemente no era común incluir a mujeres en una lista como ésta.  Pero Mateo va más allá.  Selecciona las mujeres que uno menos espera, y las menciona como antepasados de Jesús.

La primera mujer, Tamar (1:3) sedujo a Judah, su suegro, y éste la trató como prostituta (Gen 28).

La segunda, Rahab (1:4), es una extranjera y una prostituta.

La tercera aparece sin nombre.  Solamente es mencionada como la mujer de Urias (1:6) con quien el Rey David engendró a Salomón por medio del adulterio y envolviendo un asesinato (2 Samuel 11).  Este episodio es tan vergonzoso que no aparece en los libros de Crónicas de los Reyes de Israel.  Pero Mateo consideró que hace parte importante de su definición de quién es Jesús.

Las tres se unan al linaje de Jesús, pero no en en circunstancias de santidad o espiritualidad.

Podemos pensar en varias razones por qué Mateo incluiría estas mujeres en la lista.  Posiblemente quería resaltar que Jesus no solo vino para salvar a toda la humanidad, sino que traía en sí las variedades, géneros y problemas del ser humano.  Puede ser que quería resaltar que no es por santidad ni por espiritualidad que las personas participan en el plan de Dios.  Todo lo contrario: el plan de Dios se realiza (y Mateo está diciendo “se ha realizado entre nosotros”) en medio del pecado y en medio de la división y prejuicio entre personas y culturas y en medio del maltrato que existe entre hombres y mujeres.

Otra razón posible por qué Mateo habria incluido mujeres en su genealogía seria porque es la genealogía de José.  Mateo tomó cuidado para explicar que José no es el padre biológico de Jesús.  Pero José es el descendiente de David.  Esta genealogía incluye otra muher que tal vez no debía estar allí.  Es María, la esposa de José quien se encontró encinta antes que José tuvo relaciones con ella.  No podemos saber los motivos de Mateo con seguridad, pero lo cierto es que Mateo tenía sus motivos y vale la pena tratar de descubrirlos, para que podamos conocer a este Jesús que él está presentando.

En la segunda parte de la genealogía (1:7-11), Mateo hace uso de otra genealogia que él toma prestado del Antiguo Testamento y la modifica.  Mateo hace uso de 1Crónicas 3:10-17.  Esta vez, en vez de agregar nombres a la lista, las elimina.  Y aquí entra nuestro trabajo de interpretación, con claves que Mateo nos ha dejado.  Pues en Mateo 1:17, resume todo en tres períodos de 14 generaciones cada uno.  A primera vista mucha gente atribuye estas 14 generaciones a algún milagro que Dios hizo para que diera el número exacto.  Pero cuando examinamos la genealogía dada por Mateo y la ponemos a la par de las genealogías en el AT, nos damos cuenta que Mateo trabaja con los nombres y números para que la suma pueda salir como él quiere.  Nuevamente, nos está tratando de decir algo sobre Jesús, y no sobre sus abuelos.

Leyendo un evangelio lado a lado con otro

Existe otra genealogía para comparar con la de Mateo.  Cuando llegamos al evangelio de Lucas, veremos que Lucas presenta otra genealogía (Lucas 3:23-38) y ¡no es la misma!  Podemos observar ahora que la genealogía que nos presenta Mateo comienza con Abraham y la de Lucas con Adán.  Quien sabe, nos están tratando de decir dos cosas diferentes a respeto de Jesús.  ¿Qué podría ser?

dos-biblias-y-tazas-abiertas-de-té-76095111La tarea de esta semana ha sido leer Mateo lado a lado con Marcos.  En esto, podemos darnos cuenta de mucho material que presentan en común, y de muchas cosas que Mateo incluye en su evangelio pero que Marcos no incluyó.  A lo mejor, cada uno está tratando de explicarnos cosas diferentes sobre Jesús. ¿Qué podría ser?  Antes de responder, hay que hacer la comparación.

Por ahora, es suficiente darnos cuenta de que Marcos no nos cuenta nada sobre los ancestros ni sobre el nacimiento de Jesús.  En el primer versículo del evangelio, Marcos  menciona un antepasado: Jesús es “Hijo de Dios”.   Si Mateo nos cuenta que todo comienza con un niño que trae una herencia y su nacimiento es el de uno que llegaría a ser Rey.  Marcos habla de un Jesús que aparece adulto.  Cuando quiere someterse al bautismo de Juan el Bautista–un bautismo “de arrepentimiento para perdón de pecados”–Marcos no anota ninguna protesta de Juan antes de bautizarlo.  Pero Mateo cita a Juan protestando:  “Juan se le oponía, diciendo: ‘Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?’”  En Mateo, Jesus ya es importante desde el principio.  En Marcos, es casi un desconocido quien no comienza a predicar hasta cuando Juan está encarcelado.  Y lo que proclama no es que sea Dios ni el Mesías, sino que Dios reina.

Para Marcos, el “principio del evangelio de Jesucristo” (1:1) comienza con el sometimiento de Jesús a Dios, aún cuando es tentado.  Para Mateo, “El nacimiento de Jesucristo fue así…” y viene reyes para adorarlo.

El valor y los métodos de la práctica de leer con dos Biblias abiertas

Todas estas observaciones son fruto de leer con dos Biblias abiertas.  Prestando atención al texto, podemos darnos cuenta de que el Nuevo Testamento, y especialmente los Evangelios, no son simplemente libros de historia.  No son libro con cuentos sobre la vida de Jesús.  Los autores tienen un proyecto.  Quieren convencernos de cosas importantes sobre Jesús.  Nuestra tarea es tratar de comprender el mensaje que nos están pasando.

Todo esto nos lleva a los métodos.  Podemos pensar en los métodos como herramientas que podemos usar para la tarea de entender el mensaje de los autores del Nuevo Testamento.   Son métodos “críticos”, o sea tratan de leer con ojo crítico.  Ojalá que no para cuestionar el valor o la confiabilidad de los evangelios, y sí para descubrir el tesoro que en ellos está escondido.

La crítica de las formas es una de estas herramientas que surgió para tratar de discernir la forma en que los eventos de la vida de Jesús y sus enseñanzas fueron relatados de persona a persona y de comunidad a comunidad antes que fueran escritos en los evangelios.

La crítica de las fuentes surgió como herramienta para pensar sobre fuentes escritas que usaron los evangelistas como base para los textos de los evangelios.  ¿Alguno de los evangelios sirvió de modelo para los otros?  ¿Algún evangelio fue copiado y adaptado para producir los evangelios? O, ¿todos usaron una misma fuente?

La crítica de la redacción es parecida, pero enfoca las diferencias e influencias entre los cuatro evangelios y sobre cómo cada uno habrá modificado las fuentes de su material para decir algo específico sobre Jesús.

La crítica literaria se preocupa menos por el proceso de escritura de los evangelios, y más se enfoca en su estructura, su forma literaria, su función en la nueva comunidad cristiana que comienza a formarse en el imperio romano.

Se puede leer más sobre estos métodos para analizar el texto del Nuevo Testamento y vale la pena hacerlo.  Estas tres formas críticas de analizar el texto son explicadas en el Libro de Lea, en el capítulo sobre el Problema Sinóptico. Es una forma de trabajar la segunda pregunta de las tres que hacemos a la Biblia (¿Qué dice?  ¿Qué significa? ¿Cómo afecta mi vida?)